El terremoto: el terremoto se produjo a las 7:58 hora local, a 18 kilómetros (11 millas) al sur de la ciudad de Hualien, a una profundidad de 34,8 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Un total de 71 personas están atrapadas en dos minas en el condado de Hualien después de que un poderoso terremoto sacudiera la isla el miércoles, aseguró la agencia nacional de bomberos de Taiwán.
La mayoría de los mineros atrapados (64) están en la mina Heping, y otros siete están atrapados en la mina Zhonghe, dijo la agencia en una conferencia de prensa.
Según la agencia, al menos nueve personas murieron y más de 900 resultaron heridas después del terremoto de magnitud 7,4.
- Grandes réplicas: el terremoto fue seguido por docenas de réplicas cerca del epicentro, según el USGS. Se han sentido temblores en toda la isla, incluida la capital, Taipei, y se esperan algunos de hasta magnitud 7 en los próximos días.
- Condado de Hualien: unas 300.000 personas viven en la región donde se produjo el terremoto, un tercio de las cuales vive en la ciudad principal de Hualien. Pero muchos en el condado viven en comunidades costeras o montañosas remotas a las que puede ser difícil llegar, por lo que podría llevar tiempo comprender el alcance de las víctimas y los daños.
- Mineros atrapados: decenas de personas están atrapadas en dos minas en el condado de Hualien después del terremoto, dijo la agencia nacional de bomberos de Taiwán. Sesenta y cuatro están atrapados en la mina de Heping y otros siete en la mina de Zhonghe.
- Instalaciones médicas: los hospitales de Taipei funcionaban con normalidad a pesar de haber sido dañados por el terremoto, según el Gobierno municipal. Al menos siete hospitales de la capital reportaron algunos daños estructurales.
- TSMC: Mientras tanto, el mayor fabricante de chips del mundo está trabajando para reanudar sus operaciones después del terremoto, una señal de bienvenida para los fabricantes de productos que van desde iPhones y computadoras hasta automóviles y lavadoras. Pero el terremoto es un claro recordatorio de los riesgos para la vital industria de fabricación de chips.