- El régimen de Nicolás Maduro repudió los comentarios de sus históricos aliados en la región sobre las elecciones en Venezuela.
- Los mandatarios de Brasil y Colombia, y el ex presidente de Uruguay criticaron el bloqueo a candidatos de la oposición.
El régimen venezolano reaccionó con un durísimo repudio cargado de chabacanería contra sus históricos aliados en la región, el colombiano Gustavo Petro, el uruguayo José Pepe Mujica y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva que criticaron la implacable ofensiva del chavismo para inhabilitar a los liderazgos opositores y e ese modo garantizar la reelección de Nicolás Maduro el próximo 28 de julio.
Jorge Rodríguez, el presidente del congreso unicameral, jefe “negociador” de la nomenklatura con la oposición y una de las espadas más importantes de Maduro dijo: «No nos metemos en los asuntos de nadie. Métanse sus opiniones por donde les quepan».
El funcionario, que es el hermano de la vicepresidente Delcy Rodríguez, cuestionó a los líderes de centroizquierda que sostuvo “carecen de conocimiento, ignorancia o tienen miedo” frente a lo que describió como “el plan insurreccional magnicida” de la oposición venezolana.
Se refería a la narrativa del régimen que denuncia una colusión de la dirigencia disidente para matar al líder chavista. Esa formulación ha sido el pretexto para la ofensiva contra la oposición con arrestos y desapariciones de dirigentes y se la ha utilizado en el pasado con el mismo propósito.
Maduro ha llegado a sostener que el partido Vente Venezuela de la ex diputada María Corina Machado, la principal dirigente opositora venezolana, es una “organización terrorista”, ataque que extendió en los mismos términos a todo el arco antichavista.
El problema que confronta la autocracia venezolana es que la ex legisladora obtuvo un apoyo unitario de más del 90 por ciento de todo el espacio opositor y según las encuestas cuenta con una amplia diferencia favor si las elecciones fueran libres con Maduro como candidato.
El experimento chavista que ya lleva un cuarto de siglo en el poder caería invariablemente al llano. De modo que se creó la conspiración a la que alude Rodríguez para correr a la oposición y liberarle el camino al líder venezolano para buscar su segunda reelección.
En las últimas semanas aquellos y otros dirigentes de la región condenaron no solo la inhabilitación inexplicable y por 15 años de Corina Machado sino además las maniobras evidentes para que el sistema electrónico no inscriba a Corina Yoris, quien no tiene trabas judiciales y fue designada por la ex diputada para que la reemplace en las urnas.
El giro en Brasil y las críticas de aliados
El dato que más preocupó al régimen, según analistas locales y fuentes diplomáticas, ha sido el giro en el gobierno brasileño del PT que condenó esos abusos por vía de la cancillería y del propio presidente Lula. “Se observa que a la candidata (Corina Yoris) postulada por la Plataforma Unitaria, fuerza política de oposición, sobre la cual no hubo decisiones judiciales, se le impidió registrarse, lo cual no es compatible con los acuerdos de Barbados. Hasta la fecha, el impedimento no ha sido objeto de ninguna explicación oficial”, señala.
Esos acuerdos, que involucraron a EE.UU. la UE y a Brasil, fijaron el año pasado una agenda de apertura democrática, con liberación de los presos políticos y el final de las proscripciones. A cambio Washington levantó en octubre y por seis meses, que se cumplen en abril, el tronco principal de las sanciones contra el país caribeño, entre otras concesiones que reclamaba Caracas.
Este jueves, por primera vez, Lula cuestionó personalmente como “graves” los movimiento del chavismo. “No quiero nada mejor ni peor para Venezuela, quiero que las elecciones sean hechas como en Brasil, con la participación de todos”, sentenció el líder del PT que ha sufrido pérdidas de popularidad por sus anteriores apoyos públicos a Maduro.
fuente: Agencias y redacción Clarín